Estrogenuinas no entienden de etiquetas ni de moldes. Su música no se deja encasillar, porque ellas mismas inventaron su propio género: el chirll-out, una mezcla de filosofía vital, posicionamiento artístico y manifiesto de libertad. No es una simple ocurrencia ni una pose pasajera: es una forma de estar en el mundo, una respuesta irreverente a lo establecido.
Desde Salamanca, las hermanas Ángela y Carolina Álvarez pusieron en marcha el proyecto en 2012, movidas por la necesidad de unir humor, crítica social y cultura en un mismo artefacto sonoro. Y vaya si lo lograron. Con himnos ya imprescindibles como “Nietzsche Es Mi Fetiche”, “Orgía En Casa De Los Buendía” o “Gentrificación”, han demostrado que se puede ser punk sin perder el ingenio, que la risa no está reñida con la rabia y que el sarcasmo puede ser una herramienta tan afilada como una guitarra distorsionada.
Actualmente afincadas en Madrid y consolidadas como cuarteto junto a Paula De Rufino (batería) y Álvaro Pidre (guitarra solista), Estrogenuinas reivindican un único género musical posible: la comedia. Pero no la comedia superficial o ligera, sino aquella que nace del pensamiento crítico. “Lo cortés no quita lo insurgente”, repiten como mantra. De esa combinación de sátira, lucidez y energía punk surgen sus letras: fábulas contemporáneas que, entre riffs frenéticos y coros que se clavan en la memoria, diseccionan con ironía la estupidez humana, la precariedad laboral o los delirios del capitalismo tardío. Todo con la precisión de una filóloga y la rabia de quien no se resigna.
Su trayectoria comenzó con la maqueta “De Guijuelo A Wisconsin” (Autoeditado, 2013), una carta de presentación que les abrió paso en la escena independiente. Tiempo después vino el Ep “Sonido Chrill-Out” (Subterfuge, 2017), y posteriormente lanzaron el Ep “Universo Para Lelos” (Autoeditado, 2020), donde consolidaron su estilo y profundizaron en temas como la precariedad laboral y la gentrificación, siempre con su característico sentido del humor ácido. Poco después llegó su colaboración con César Strawberry (Def Con Dos) en “El Rentista Budista”, una sátira corrosiva sobre los abusivos precios de los alquileres urbanos.
Su energía en directo se ha convertido en leyenda: una puesta en escena tan gamberra como eléctrica, repleta de ironía, actitud y complicidad con el público. Han hecho vibrar festivales como Sonorama Ribera, Palencia Sonora o MUWI, además de llevar su propuesta al extranjero, concretamente al festival alemán Breminale (2019), donde dejaron claro que su chirll-out no entiende de fronteras.
Ahora, en 2026, Estrogenuinas volverán a la carga con su nuevo trabajo: “Un Negocio Redondo”. Un título que promete guitarras insolentes, letras aún más afiladas y una irreverencia contagiosa que reafirma su identidad. Porque si algo tienen claro es que su música no responde a modas ni etiquetas: ni punk ni pop, solo chirll-out, es decir, lo que les sale de la chirlla.

