Orígenes y raíces andaluzas
Capricho fue un enigmático dúo de hermanas almerienses que, durante la segunda mitad de los años setenta, intentaron abrirse camino en la música pop fusionada con raíces flamencas. Aunque su recorrido fue breve, su historia refleja la creatividad y la riqueza de la música popular española de la época. Curiosamente, los nombres de las hermanas se han perdido con el tiempo, aumentando el misterio que rodea al dúo.
Nacidas en una familia profundamente ligada a la cultura andaluza, crecieron rodeadas de cante, guitarra y baile flamenco. Desde muy pequeñas mostraron un talento natural, participando en festivales locales y espectáculos de folclore, lo que les permitió familiarizarse con el escenario y desarrollar un estilo propio. Su infancia y juventud estuvieron marcadas por la tradición musical de su tierra, lo que les proporcionó una base sólida para sus posteriores intentos de profesionalizar su arte.
Formación artística y primeras experiencias
Antes de su breve incursión en la industria discográfica, ambas hermanas formaron parte de un cuadro flamenco, donde perfeccionaron su técnica vocal y escénica. La experiencia en estas agrupaciones no solo les permitió dominar los códigos del flamenco y la danza, sino también comprender la disciplina y la constancia necesarias para la vida artística. Este bagaje se reflejaría más tarde en su música, donde la influencia folclórica andaluza se fusiona con melodías pop contemporáneas, creando un estilo propio aunque efímero.
El single y su lanzamiento en 1976
En 1976, Capricho logró grabar un único single bajo la discográfica Columbia, compuesto por los temas “Un Capricho Soy” y “Sultana”. Las canciones, de corte pop con un marcado sabor flamenco, evocaban la influencia de otros grupos de la época, como Vuelo Alto, Morena y Clara o Arena Caliente, pero con un sello distintivo gracias a la interpretación de las hermanas.
La composición y producción del sencillo estuvieron a cargo de Fernando Mitjavilla y Cristóbal De Haro, profesionales que trabajaban con artistas emergentes en el panorama musical español. Su cuidado trabajo técnico aportó un sonido fresco y equilibrado, aunque lamentablemente, la obra pasó desapercibida en un mercado saturado de propuestas similares.

Recepción y desaparición del dúo
El single no logró penetrar en la radio ni en las listas de ventas, y Capricho desapareció casi de inmediato del mapa musical. No se conocen más grabaciones, entrevistas ni fotografías oficiales, y apenas se conservan testimonios de quienes pudieron asistir a sus actuaciones. Este silencio ha convertido al dúo en un mito menor del pop español, evocando la sensación de tesoros perdidos que solo algunos coleccionistas o estudiosos de la música recuerdan.
Valoración actual
Aunque su presencia en la escena musical fue fugaz, Capricho representa un ejemplo fascinante de la combinación entre tradición andaluza y música pop de los años setenta. Su historia recuerda que detrás de cada registro discográfico hay personas con sueños, esfuerzo y talento, aunque a veces el éxito no llegue.
Hoy, Capricho sigue siendo un objeto de interés para los amantes del pop flamenco y coleccionistas de vinilos, quienes valoran el dueto no solo por su música, sino también por la curiosidad y el misterio que envuelve a estas hermanas almerienses. Su breve pero brillante paso por la música española es un reflejo del ingenio y la creatividad de artistas que, aunque olvidados, dejaron un pequeño pero valioso legado.

