Origen y primeros años
Pussycats nacen en Vigo (Pontevedra) a mediados de los años noventa, en un contexto efervescente y casi febril. Vivieron de forma muy intensa y excitante, y dejaron tras de sí un bonito cadáver artístico y un puñado de canciones que aún hoy suenan igual de viscerales y enérgicas, como si el tiempo no hubiera pasado y la electricidad siguiera crepitando en el aire.
Corría el año 1995 por Vigo, y bandas de garage como Merry Melodies o Foggy Mental Breakdown, junto a desarrollos de indie rock como Rebelde Rojito, estaban en su mejor momento creativo. En ese caldo de cultivo, Belén Lamarr (batería y voz) llevaba tiempo queriendo poner en marcha un proyecto punk, animada por la gran actividad de la sala La Iguana Club de Vigo, donde tenía la ocasión de ver a bandas como A-10, The Pleasure Fuckers, Dictators, Lazy Cowboys o Devil Dogs. Precisamente en ese ambiente casi iniciático le presentan a Milena (bajo y voz principal), una estudiante de Ourense afincada en Vigo, y posteriormente a Anita (guitarra y voz), otra estudiante, esta coruñesa, que también vivía en la ciudad.
En el mes de mayo se celebraba un concierto de fin de curso en la facultad de Bellas Artes de Pontevedra, y las tres ponen en marcha un repertorio basado en temas de The Gories, Desechables, The Stooges, The Muffs o The Runaways. Lo que podía haberse quedado en algo puntual y anecdótico termina convirtiéndose, casi sin remedio, en el inicio real de Pussycats. Deciden alquilar un local de ensayo y pasan el verano desarrollando temas propios, en una dinámica de trabajo obsesiva y apasionada.
“La primera maqueta la grabamos en el local de Siniestro Total con su bajista en aquel momento, Segundo Grandío, y con la ayuda de los demás miembros de la banda. Se la mandamos a Jesús Ordovás con la amenaza ‘Ordovás o la pones o te vas’ y así lo hizo. Luego Kike Turmix, a quien yo ya conocía previamente, nos ofrece compartir escenario en la gira gallega de The Pleasure Fuckers y al finalizar esta nos invitan a tocar en su presentación de su nuevo disco en la sala El Sol. Allí nos ve el bilbaíno Mikel Biffs, antiguo conocido desde los tiempos de Pop Crash Colapso, y nos propone grabar con él”, explica Belén.
“Las Pussycats fueron una de las bandas más punk, si no la que más, que surgió en los 90 en Galicia. Sus letras, su estética (el traje de enfermeras nazis era imbatible), su manera de tocar, su actitud… parecía que después de un concierto suyo no habría un mañana. Yo tendría diecisiete años cuando las vi por primera vez en el Planta Baixa de Vigo y quedé muy impresionado. Nunca había visto a unas chicas tan violentas tocar con las tetas al aire, tapándose los pezones únicamente con tiritas y metiendo tanta cera. Gracias a ellas conocí a grupos que hoy en día me parecen imprescindibles como The Cramps, Desechables, The Gories, Plasmatics o 999, y el modo de vivir el rock, por lo que creo que de alguna manera me “jodieron” la vida y, por esto, les estaré eternamente agradecido”, recuerda Israel Ruiz (Indy Tumbita, Pussycats, Thee Tumbitas).
Y es que Pussycats fueron una banda extremada y volcánica, funcionaron siempre al límite, con una actitud y un compromiso fuera de toda duda. “Recuerdo cosas agradables como el trato deferente de muchos músicos admirados como Dictators y tantos otros; rocambolescas como botes de gasolina derramados por la carretera tras escapar de una furgoneta llena de moros en tanga; violentas como una miembro que abandonamos a su suerte en mitad de una autopista, un enfrentamiento directo con L7 o algún puñetazo a público hostil y gilipollas; tensiones límite en aquella furgoneta del odio, ilusiones, decepciones…”, apunta Belén Lamarr, trazando un retrato tan crudo como veraz de una banda que vivió en permanente estado de combustión.

Primeras grabaciones y primeros singles
Todo se desarrolla a una velocidad vertiginosa. En apenas tres meses ya están tocando en la sala El Sol de Madrid, estableciendo contacto con Mikel Biffs (Pop Crash Colapso, Safety Pins…), que por aquella época acaba de montar un estudio de grabación y el sello Rotaflesh. Con este sello, Pussycats graban su primer trabajo: el single editado en vinilo 7” “Pussycats”, publicado por Rotaflesh en 1996. Se trata de cinco canciones grabadas en los estudios Chocablock de Bilbao en abril de 1996, con Mikel Biffs a los mandos.
Incluye tres canciones propias (“Don’t Tell Me”, “Go To Hell” y “Shake It”) y dos versiones: “Destruye y Mata” de Desechables y “Cherry Bomb” de The Runaways. Un corte que no podía faltar, ya que Belén siempre tuvo claro que quería montar un grupo, precisamente, para tocar “Cherry Bomb”.
El contacto con Mikel las lleva a girar por el País Vasco, tanto por salas como por gaztetxes. “En una de estas giras, que nos organizaban los Señor No, nos vio Gorka Munster, al que imagino que impresionamos gratamente, pues nada más volver recibo una llamada de Iñigo proponiéndonos un contrato. En esa misma semana me llaman con la misma propuesta Kike Turmix de Roto Records y Mark Kittcat de Caroline Records. Lo meditamos y nos decidimos por Munster Records. A partir de ahí ellos se encargaron de todo. Grabamos un montón de cosas para diversos sellos japoneses, alemanes e incluso Hell Yeah, el sello de Lee Joseph, editó nuestro primer Lp en los Estados Unidos. Esta internacionalización del grupo nos lleva a girar por Europa, donde siempre vendíamos mazo de discos”, apuntaba Belén.
En otoño acompañan a la banda de Kike Turmix, The Pleasure Fuckers, y lanzan un split compartido con la banda de León, Best-Tias, editado en vinilo 10” de color rosa: “Pussycats / Best-Tias: Bad Girls Go To Hell” (1996), donde Pussycats ocupan la cara A con seis cortes acelerados y frenéticos. Destaca “You Gotta Suck”, que se edita también como single independiente del 10”. El disco incluye además “Hey Pussy”, “Pervertion”, “Red Moon”, “Fuckin’ Bitch” y “Butcher Baby”.
Por aquel entonces participan en el mítico programa de la TVG, Xabarín Club, interpretando “Non Me Amoles”, un corte en gallego con estribillo demoledor (“Eu só bailo punk / non me amoles / mola mola máis”) incluido en el doble Cd “A Cantar Con Xabarín Vol. III e IV” (1996) y reeditado junto a DVD en 2004. Esta actuación sirvió también como videoclip para “Non Me Amoles”.

Internacionalización y recopilatorios
En 1996, “Fuckin’ Bitch” se incluye en el Cd “Munsterama”, de Munster Records, junto a bandas como La Secta o Cerebros Exprimidos. El mismo trabajo se relanza en formato digital en 2014.
En 1997 publican más singles en vinilo. “Chick-A-Boom”, editado por el sello estadounidense Hell Yeah, contiene tres canciones grabadas en Green Drum Studios (Madrid): la homónima “Chick-A-Boom”, “Knock Out” y “Lazy”.
Munster Records, a través de su subsello Electro Harmonix, edita el single “Lagarto y Las Pussycats” (1997), con Gonzalo Grondona (Lagarto) participando en batería, voz y producción. Incluye “Gimme, Gimme, Gimme” de Black Flag y “Early In The Morning”, tradicional versionada por The Gories.
El año 1997 también fue prolífico en recopilatorios. El sello japonés LD&K incluyó “Pervertion” en “The Girls Are All Square”. Munster Records lanza “All Kindsa Girls Vol. 5” (vinilo 10” y Cd) con dos canciones inéditas de Pussycats: “Sadistic Room” y “Riot (At The Bar)”, relanzado digitalmente en 2014. Además, “Lazy” se recopila en “Punkin’” y “Chick-A-Boom” en “Munster Jukebox Hits”, ambas ediciones relanzadas en 2014.
En 1998, Thunderbaby Records (Alemania) edita el Ep en vinilo 7” “Pussycats” con “Riot (At The Bar)”, “Helium Bomb” (versión de The Weirdos), “Freddy Lynx” y “My Baby Cried All Night Long”, en vinilo blanco y rosa mármol.

Primer Lp: “Playin’ Dirty”
En diciembre de 1997, graban su primer Lp en Le Chalet Studios (Burdeos, Francia) con Jean Marc Sigrist, masterizado por Kent Steedman en Turtle Rock Studios (Sídney, Australia).
“Playin’ Dirty” (1998, Munster Records) se edita en Cd, vinilo rojo y negro; Hell Yeah realiza una edición en vinilo para EE. UU. con portada en blanco y negro. El disco incluye trece cortes, con versiones de Devo (“Mongoloid”), 999 (“Nasty”) y The Weirdos (“Helium Bar”), además de “D-Generation”, “End Of The Century”, “No TV / Knock Out”, “Fuckin’ Bitch”, “Riot (At The Bar)”, “No Summer”, “Lazy”, “Gasolina y Cocaína”, “Crime” y “Machine Gun”. Tras la publicación, Anita abandona la banda.
En 1998, algunas canciones se incluyen en recopilatorios: “Crime” en “Apocalipsis Con Grelos” (Energy Alternative), “Nasty” en “Ox-Compilation Nr. 33 – Cruisin’” (Ox Fanzine) y “Gasolina y Cocaína” en “Se Acabó La Tregua” (Munster Records).

Segundo Lp: “Rock On!”
Tras la incorporación de Israel Ruiz (Indy Tumbita) en septiembre de 1998, graban “Rock On!” (1999, Munster Records, vinilo blanco jaspeado y Cd; relanzado digitalmente en 2014). El disco explora sonidos más limpios y surf, con algunos cortes de garage punk frenético como “SS Nurses” o “Silver Jet” y medio tiempos como “Toomuch Smoke” (compuesto por Dan Marcus). Incluye además “Queen Of The Jungle”, “Kung Fu Master”, “Wichita”, “Marnie The Vampire”, “Satan Met A Lady”, “Rock On”, “Daddy-O”, “Catwalk”, “Instrumental”, “A Need A Man” (Barbara Pittman) y “Baby Doll” (Terry Clement & The Tune Tones).
Belén comenta: “La entrada de Israel cambió nuestro discurso… Siempre quise que las Pussycats fuéramos los Cramps y que estos nunca hubieran existido y ahí estaba Israel para hacerlo posible”.
Israel añade: “Aunque podía tocar perfectamente las canciones de las Pussycats, no era capaz de componer nuevas en ese mismo estilo… Con la ayuda de Mikel Biffs, la cosa fue tan fácil como peligrosa. Siempre rock”.
En 1999, más recopilatorios: “La Planta” en “Destruye y Mata, Destruye y Mata” (Munster Records), “No Summer” en “Operación Bikini – Summer Compilation” (Subterfuge Records), “Riot (At The Bar)” y “Fuck You” en “Punkin’!” (Hell Yeah), “Red Moon” en “Casi Do Rock – Volume Três” (Lowfly Records, Portugal) y “End Of The Century” en “Las Chicas Cantan” (La Comictiva).
Tras giras por Países Bajos, Bélgica, Alemania y Austria, el enfrentamiento con L7 cancela la gira conjunta. La salida de Milena, que se traslada a Madrid, marca el final de la banda. Su último registro audiovisual es la película “Lena” (2001, Gonzalo Tapia) con Manuel Manquiña, Marta Larralde, Luis Tosar, Luis Zahera y Antón Reixa.
En 2000, algunas canciones se incluyen en recopilatorios: “Catwalk” (Munster Records Goes Hi-Fi), “Viejos Patéticos” (Never Trust A Punk. Vol. II, Rumble Records), “Satan Met A Lady” (Especial Punk#2, Rock Sound) y “Too Much Smoke” (Moloko Plus #16, Alemania).

Proyectos posteriores
Tras la disolución de Pussycats, Belén Lamarr (también conocida como Linda Lamarr) e Israel Ruiz decidieron continuar su camino musical de manera conjunta, explorando nuevas propuestas y géneros, pero manteniendo siempre la esencia punk y la energía visceral que había definido su carrera anterior. Su experiencia en Pussycats les había otorgado no solo un dominio absoluto sobre la escena underground, sino también un sello inconfundible que permeaba cualquier nuevo proyecto en el que se involucraban.
Juntos participaron en bandas como Thee Tumbitas, proyecto que continuó explotando el lado más salvaje y irreverente del garage punk, mezclando actitud provocadora con melodías pegadizas y letras que no dejaban indiferente a nadie. Paralelamente, formaron parte de Heroínas, una propuesta que exploraba sonidos más crudos y directos, manteniendo la tradición del punk gallego de los años 90, pero con una mirada actualizada y más sofisticada.
Más tarde, colaboraron con Los Duques De Monterrey, donde experimentaron con fusiones de rock clásico, garage y punk, consolidando su reputación como músicos versátiles capaces de adaptarse a distintos estilos sin perder su sello personal. Finalmente, su implicación en Anti-Mums, proyecto en el que siguen activos, les permitió mantener viva la llama de la provocación, la energía y la actitud que siempre caracterizó a Pussycats, demostrando que, aunque la banda original se disolviera, su legado y espíritu continuaban más vigentes que nunca.
Estas aventuras posteriores reflejan no solo su talento y compromiso con la música, sino también la influencia perdurable de Pussycats en la escena punk y garage nacional e internacional. Cada proyecto en el que participan es un testimonio de su capacidad para reinventarse, explorar nuevos territorios sonoros y mantener la intensidad y autenticidad que siempre les caracterizó. La historia de Belén Lamarr e Israel Ruiz es, en definitiva, un ejemplo de cómo la pasión, la tenacidad y la creatividad pueden trascender los límites de una banda, convirtiéndose en un legado vivo y en constante evolución dentro del universo del rock independiente.
Fuente: Chicas En Banda / La Fonoteca

