“Bea Vapea”: el regreso más chispeante de Estrogenuinas 

El calendario musical de 2026 empieza a agitarse y uno de los primeros temblores viene desde Salamanca: Estrogenuinas (aunque afincadas en Madrid) vuelven al ruedo con “Bea Vapea”, un lanzamiento que funciona como flecha, dardo y guiño irónico a partes iguales. El tema, publicado como adelanto del álbum que llegará el próximo año bajo el sello Ernie Records, confirma que el cuarteto mantiene intacto su descaro y su afición por transformar lo cotidiano en material explosivo. 

“Bea Vapea” deja claro, desde su primer segundo, que la banda sigue empeñada en diseccionar los comportamientos modernos con la misma puntería que un notario del absurdo. El vapeo (esa costumbre tan extendida como incomprendida) se convierte aquí en la puerta de entrada a una reflexión festiva sobre los hábitos de consumo, las modas instantáneas y la eterna necesidad de sentirnos parte del club correcto. Estrogenuinas no moralizan, sino que observan, exageran y devuelven al oyente una caricatura que resulta más real de lo que a veces estamos dispuestos a admitir. 

El tema se mueve en el territorio que el propio grupo ha bautizado como “chirll-out”, un estilo mestizo que no se casa con etiquetas y que permite que guitarras afiladas convivan con melodías juguetonas y una base rítmica que explota con total naturalidad. El resultado es una pieza que avanza sin frenos, compacta y vibrante, construida con una energía que parece capturada en directo. La producción, precisa pero despreocupada, deja suficiente aire para que cada instrumento respire y, al mismo tiempo, lo dota de la urgencia que caracteriza al cuarteto. 

A nivel conceptual, la canción funciona como crónica humorística del presente: una época en la que lo “saludable” viene en envoltorios pastel, lo “libre” se vende en cajitas desechables y lo “moderno” se mide por el tamaño de la nube que sale del vaporizador. La protagonista metafórica del tema (esa figura de quien vapea como ritual urbano) encarna una contradicción que todos hemos visto alguna vez: la búsqueda de autenticidad a través de un objeto que promete pureza pero huele, irónicamente, a artificio. 

El humo, que antes actuaba como excusa para iniciar conversaciones o compartir un mechero, se transforma ahora en barrera silenciosa. En lugar de acercar, separa. En lugar de generar encuentro, crea burbujas donde cada cual flota a su aire. Con humor ácido, la canción refleja esa paradoja: estamos más acompañados que nunca y, sin embargo, las interacciones se diluyen en niebla aromatizada a frutas improbables. 

Musicalmente, “Bea Vapea” es de esos temas que entran como una ráfaga y dejan el eco de un estribillo que se queda pegado como el olor del tabaco en la ropa después de una noche larga. Su brevedad juega a favor de la intensidad: es una pieza que no pide permiso, que salta directamente al grano y que hace de la velocidad un recurso expresivo. 

Con este lanzamiento, Estrogenuinas reafirman su identidad: una mezcla irrepetible de humor, crítica, teatralidad y sonoridad afilada. No necesitan grandes discursos ni solemnidades; les basta con una idea aparentemente ligera para desmontar, con precisión quirúrgica, uno de los comportamientos más extendidos de nuestra era. 

“Bea Vapea” no es solo una canción: es una postal irónica de los tiempos que corren, una invitación a reírnos de nuestras propias contradicciones y un recordatorio de que el ingenio también puede bailar a ritmo de guitarras eléctricas. Si este es solo el primer adelanto, el disco completo promete ser una auténtica fiesta de irreverencia, ritmo y lucidez.