El legendario duelo de Divas

Por Quique Gimeno 

Barbra Streisand & Donna Summer “No more tears (Enough is enough)” (Subtitulada en castellano) 

Es probablemente el dúo (o quizá deberíamos mejor decir «duelo») de divas más legendario de la historia de la música. 

Quizá su contendiente más próximo sería el dueto que realizaron en 1998 Whitney Houston y Mariah Carey en la canción “When you believe”, de la banda sonora de la película “El príncipe de Egipto”, pero, aunque también se trataba de dos divas mayúsculas (de las que se rumoreaba que no se soportaban, aunque ellas lo negaban una y otra vez), su reunión no alcanzó el éxito y la trascendencia del tándem Summer-Streisand por razones que expondremos más adelante. 

Otros pueden citar los emparejamientos de Madonna y Britney Spears, la propia Streisand y Céline Dion, Lady Gaga y Beyoncé, esta última y Shakira, ésta y Karol G, etc. Ha habido muchos dúos femeninos de impacto a lo largo del tiempo, pero ninguno con la enorme repercusión que tuvo el encuentro entre Barbra Streisand y Donna Summer. ¿Por qué? Examinemos las razones de esta afirmación. 

Durante la década de los 70 (obviamente, del siglo XX), Barbra Streisand era algo así como «la reina Midas» de Estados Unidos, ya que casi todo lo que hacía era éxito seguro, fueran películas (“Tal como éramos”, “Ha nacido una estrella”, “¿Qué me pasa, doctor?”, etc.), apariciones en TV y, por supuesto, álbumes musicales. Era la estrella femenina por antonomasia en los Estados Unidos y en gran parte del mundo. 

Por otro lado, en 1979, el fenómeno de la “música disco” estaba en su pleno apogeo. Todo tipo de productos relacionados con este movimiento musical se vendían como rosquillas, intérpretes y grupos musicales tan críticamente aclamados como Paul McCartney, Roxy Music, los Rolling Stones, Queen e, incluso, David Bowie ya habían hecho, de una u otra manera, sus pinitos para conquistar las pistas de baile. Las listas de éxitos estaban prácticamente copadas por canciones disco. Multitud de artistas se apuntaban al género para empezar o reverdecer sus carreras musicales (Michael Jackson, Prince, Bee Gees, Earth Wind & Fire, Chic, Diana Ross y un larguísimo etcétera). 

El fenómeno de la “música disco” era realmente eso, un fenómeno. Y en la cúspide del mismo se encontraba la monarca indiscutible e indisputada, Donna Summer, la “reina de la música disco”, como rezaba su apodo artístico y como ocurría en realidad. 

Summer consiguió el record (imbatido y, a estas alturas, ya imbatible) de colocar tres álbumes dobles seguidos en el número uno de la lista Billboard de los Estados Unidos. Sus sencillos se alternaban para conseguir el número uno de la lista de los más vendidos. Las entradas para sus conciertos se agotaban en cuestión de horas, teniendo que contratar más noches para poder albergar a toda la multitud de gente que ansiaba verla en directo. Ya había ganado el Premio Oscar a la Mejor Canción con “Last dance” y todo parecía apuntar a que su reinado continuaría triunfante. 

Imaginaos entonces cuando surgió la noticia de que la “Reina de Hollywood” y la “Reina de la música disco” iban a juntar sus potentes voces al ritmo del excitante fenómeno musical del momento. Fue el summum, la gran noticia musical, el acontecimiento máximo. Tres puntales uniéndose al tiempo: la Streisand, la Summer y la música disco. ¿Qué podía fallar? 

Nada. No falló nada. La canción alcanzó el número uno de la lista Billboard Hot 100 de Estados Unidos, convirtiéndose en el primer dúo femenino que había alcanzado esa posición hasta el momento. Además fue un gran éxito a nivel internacional en prácticamente todo el mundo. Un hito que no se había conseguido jamás anteriormente por una canción cantada a dúo por dos mujeres. 

Ésa es la importancia y trascendencia de la canción. Y por eso ningún otro dúo femenino en la historia de la música (hasta el momento) ha alcanzado tales cotas de éxito y trascendencia. 

Y ahora, si os parece, pasemos a contar la historia de cómo se fraguó el famoso dúo y algunas anécdotas al respecto. 

La canción del tándem Summer-Streisand se llama “No more tears (Enough is enough)” y está compuesta por Paul Jabara y Bruce Roberts. Estos mismos autores, junto al compositor Bob Esty, habían logrado unos pocos meses antes la cuasimposible hazaña de que la Streisand, poco dada a seguir las modas, grabara una de sus canciones disco, “The main event/Fight”, tema principal de la película de la diva “The main event” (“Combate de fondo”, en su libérrima adaptación española). Esta canción fue un gran éxito que sorprendió a la propia Streisand al alcanzar el número tres de la lista Billboard Hot 100 de Estados Unidos durante cuatro semanas. 

Tal éxito animó a la pareja de compositores Jabara/Roberts a escribir rápidamente otra canción para la diva, que ya estaba grabando temas para su inminente próximo álbum. Jabara se presentó con la nueva canción en casa de la Streisand y le ofreció lo que él le aseguraba que sería su próximo éxito, “Enough is enough” (que podríamos traducir al castellano como “Basta ya” o “Ya está bien”). Pero resulta que Barbra, en uno de sus caprichos de diva, quería que todas las canciones de su próximo álbum estuvieran relacionadas con el agua para crear un disco conceptual, según sus ínfulas artísticas. Y así fue; el álbum que la Streisand publicó en 1979 se llamó “Wet” (“Húmeda”, aunque la acepción anglosajona del término no tiene nada que ver con la más insinuantemente caliente española). Así que, desgraciadamente, no podía grabar esa canción porque su título no tenía nada que ver con el agua ni la humedad ni nada parecido. 

Pero Jabara no se iba a dar por vencido. De hecho, nunca arrojaba la toalla. Es legendaria la forma en que convenció a Donna Summer para que cantara su canción “Last dance”, encerrándola en un baño y sólo permitiéndole salir si prometía grabar su tema. Así que rápidamente llamó al otro autor, Bruce Roberts, y entre los dos compusieron otro tema cuyo título tuviera que ver con el agua. Y así nació “No more tears (Enough is enough)” (“No más lágrimas (Basta ya)”. Ya se sabe, las lágrimas están formadas por agua. Muy ad hoc

Y, mientras componían la segunda canción, se les ocurrió que, ya que el tema era de música disco y ambos autores eran muy amigos de Donna Summer, ¿por qué no la cantaban las dos a dúo? “¡Qué idea tan genial!”, se dirían uno al otro. Ese dueto iba a ser un éxito seguro. Seguro. 

Lo que no era seguro era que Barbra aceptara la idea. La Streisand era entonces poco amiga de hacer dúos… y menos con otra mujer… y mucho menos con otra mujer con una voz tan potente como la de Donna Summer que no le permitiera destacar como estaba acostumbrada. Pero ya hemos comentado que Paul Jabara no se arredraba ante nada, así que volvió a presentarse en casa de la Streisand con la nueva canción, esta vez ya suficientemente húmeda, y con la idea del dueto. 

A Barbra pareció gustarle el nuevo tema, pero lo del dúo… no lo veía claro. Seguramente recordaba las altísimas y potentes notas, casi inalcanzables por otros, que Donna Summer había desplegado en canciones como “Last dance” y “McArthur Park”. ¿Querría poner a prueba sus propias habilidades vocales para que todo el mundo pudiera compararlas con las de la Summer? Y encima, al ritmo de la música disco, que, según su propia confesión, no entendía muy bien y no sabía cantar al tempo. La cosa se ponía difícil y Jabara ya anticipaba un nuevo rechazo, pero… 

Resulta que, presente en la misma sala que la Streisand y Jabara, estaba Jason Gould, el entonces hijo adolescente de la diva, que… ¡era el superfán número uno de Donna Summer!, coleccionando todos sus discos y sabiéndose casi de memoria todas las letras de sus canciones. Y si Barbra tiene una debilidad, esa es su hijo. Lo que el niño pida, el niño tiene. Incluso había llegado a grabar canciones de “Sesame Street (Barrio Sésamo)” porque al niño le gustaban mucho. Al escuchar como Jason le pedía a su madre que, por favor, cantara esa canción junto a su “ídola”, Jabara sonrió con el convencimiento de que la batalla estaba ganada. 

Poco o nada se ha comentado de cómo fue convencer a Donna Summer de que hiciera el dúo. Es de suponer que la mera idea de grabar con Barbra Streisand, la estrella de la música y del cine en ese momento, fue suficiente. Aunque siguiera siendo música disco, la Summer buscaba en ese momento cimentar su estrellato en el “show business” estadounidense y ampliar sus horizontes. Además, Donna siempre comentó públicamente que Barbra era uno de sus ídolos musicales y solía incluir “The way we were (Tal como éramos)”, un tema clásico de la Streisand, en el repertorio de sus conciertos. En definitiva, no creo que costara mucho convencerla. 

Y así, poco después, empezaron las sesiones de grabación del tema. Ambas estaban nerviosas y se sentían algo amenazadas por la otra. Barbra sabía que Donna era la “reina de la música disco” y que le iba a dar cien vueltas a la hora de cantar al ritmo; a su vez, Donna era consciente de la potencia de la voz de la Streisand y quizá temía quedar en evidencia ante el torrente vocal de su compañera. Llegó el día en que ambas se juntaron en el estudio de grabación y… 

Se llevaron a las mil maravillas. Donna, con su característico sentido del humor, hacía bromas constantes mientras cantaban la canción, lo que provocaba las risas de Barbra. Se creó un ambiente cálido en el que ambas se ayudaban la una a la otra. Donna enseñaba a Barbra a cantar al tempo de la música disco, en el que había que empezar a interpretar antes de que sonara el primer beat del grupo de acordes. Barbra mostraba cómo alternar las delicadas voces “de cabeza” con los chorros vocales de pecho. Parecían dos amigas de toda la vida, en vez de las casi perfectas desconocidas que eran la una para la otra. 

En un momento de la grabación, mientras sostenían una larguísima nota musical, Donna se desmayó momentáneamente, cayéndose del taburete donde estaba sentada. No había tomado suficiente aire para afrontar el reto de mantener tanto tiempo una nota. Llevaba varios días seguidos haciendo conciertos y estaba muy cansada. La sorpresa de la Summer fue cuando, ya consciente y desde el suelo, vio que la Streisand seguía manteniendo la nota hasta el final planificado y sólo entonces fue cuando se dirigió a ella preguntándole si se encontraba bien. La Summer contaba esa anécdota cada vez que le preguntaban en entrevistas cómo había sido la experiencia de cantar con la Streisand

Donna Summer & Barbra Streisand “No more tears (Enough is enough)” (Sesión de fotos)

Aunque cantaron varias veces la canción durante las sesiones de grabación, ninguna de ellas quedó contenta con el resultado, así que volvieron individualmente al estudio para corregir o hacer nuevas tomas vocales. Aun así, quedó grabado el testimonio sonoro de cómo se desarrollaron las sesiones. 

Donna Summer & Barbra Streisand “No more tears (Enough is enough)” (Sesiones de grabación) 

La publicación del dúo también tuvo otras repercusiones. Ese mismo año, Donna Summer ya había conseguido dos números uno consecutivos con los dos primeros sencillos de su álbum “Bad girls” (“Hot stuff” y la propia “Bad girls”) y, al término de las sesiones de grabación del dúo con Streisand, un tercer single, “Dim all the lights” (canción compuesta por ella misma en solitario) ya estaba subiendo en las listas y parecía que iba a alcanzar la cima. Donna le pidió al presidente de su compañía discográfica, Neil Bogart, que, por favor, esperara un par de semanas antes de publicar la canción del dueto, ya que así le daría la posibilidad a su propia canción a llegar al número uno. Bogart le dijo que esperaría, que no se preocupara. 

Pero no. Rompió su promesa a la Summer y publicó el dúo tan pronto los discos salieron del horno, impidiendo que la canción de Donna, “Dim all the lights”, alcanzara el número uno, que fue ocupado rápidamente por el nuevo dueto, y tuviera que contentarse con el número dos. La Summer jamás se lo perdonó y fue otro de los varios motivos por lo que un año más tarde, en 1980, dejó la compañía discográfica de Bogart, Casablanca Records, y firmó con el nuevo sello Geffen Records

“No more tears (Enough is enough)”, interpretada por Barbra Streisand y Donna Summer, se publicó en octubre de 1979 y alcanzó el número uno del Billboard Hot 100 estadounidense durante la semana del 24 de noviembre al 1 de diciembre de ese mismo año. La canción fue publicada tanto por el sello discográfico de la Summer (Casablanca Records) como por el de la Streisand (CBS Records). Las versiones de los dos sencillos fueron ligeramente distintas, con diferentes mezclas y arreglos de coros. En la versión de Donna Summer, la canción fue remezclada por Giorgio Moroder Productions, dándole un ritmo disco más acusado, mientras que la versión de Barbra Streisand contaba con la producción original de Gary Klein (también discotequera, pero menos bombástica). 

En los años siguientes, aunque Donna Summer cantó la canción en directo en multitud de conciertos (haciendo dúos con otros artistas como Tina Arena o, incluso, el grupo masculino Westlife), Barbra Streisand la ha interpretado en escasísimas ocasiones y sólo cuando la Summer ya había fallecido. Cierto es que en ese momento del concierto, la Streisand cuenta lo que disfrutó con Donna grabando la canción y alaba lo gran cantante que era… pero parece que nunca se atrevió a cantarla con ella en directo. Sus motivos tendría. Sin embargo, parece que recientemente no ha tenido problemas en cantarla en directo a dúo con Ariana Grande. Y es que la vejez no sólo trae cosas malas, también aporta algunas buenas, como, por ejemplo, la madura despreocupación por la opinión de los demás. 

Donna Summer & Tina Arena – “No more tears (Enough is enough)” 
Donna Summer & Westlife “No more tears (Enough is enough)” 
Barbra Streisand & Ariana Grande “No more tears (Enough is enough)” 

Por todo lo anterior es por lo que considero que el dueto entre Donna Summer y Barbra Streisand no es sólo otro dúo más, otro encuentro musical entre divas. Como hemos visto, son varias las razones de su trascendencia histórica en el mundo de la música. Y, por motivos que pueden resultar evidentes, nunca volverá a haber otro dúo femenino (o masculino) de tal calibre. Fueron muchas las circunstancias que rodearon ese encuentro y que lo convirtieron en legendario. El legendario duelo de divas.