LAS REPLICANTES 

Los inicios: una banda pionera en Almería 

Las Replicantes fue una banda almeriense creada a mediados de 1991, formada por un grupo de amigas (algunas de ellas estudiantes del Conservatorio de Música y de la Escuela de Artes de Almería) que decidieron unir su talento y su pasión por la música para dar vida a una banda compuesta íntegramente por mujeres. En un panorama musical dominado casi por completo por hombres, su proyecto nació como una declaración de independencia artística y personal. En lugar de integrarse en formaciones masculinas, eligieron construir un espacio propio. 

Su sonido se movía entre el rock independiente y el pop con matices siniestros, destacando por unas letras profundamente cuidadas, llenas de sensibilidad y conciencia social. A través de ellas abordaban tanto lo íntimo como lo colectivo, reflejando una mirada crítica y poética sobre la realidad desde una perspectiva femenina y comprometida. 

El núcleo creativo de la banda estuvo formado por Rosi Vizcaíno (batería, teclados, voz, música y letras) y Ángeles López “Bubu” (bajo, guitarra, voz, música y letras). En las primeras formaciones participaron también Elisa Jiménez (guitarra), Geles González Fornieles (voz), Carmen García Sicilia (voz) y Meme Murcia (bajo). Ninguna de ellas había formado parte anteriormente de ningún grupo, lo que otorgaba a la propuesta una frescura y espontaneidad singulares. 

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Primeros pasos y reconocimiento temprano 

Apenas unos meses después de su fundación, Las Replicantes irrumpieron con fuerza en el panorama musical almeriense al quedar finalistas en un concurso que organizaba Onda Cero Radio en 1991 con su primera maqueta. La final se celebró en el recinto ferial de Almería, donde el grupo tuvo la oportunidad de telonear a No Me Pises Que Llevo Chanclas. Aquel temprano reconocimiento marcó el inicio de una trayectoria tan intensa como breve. 

“Habíamos fundado el grupo dos o tres meses antes, teníamos cuatro o cinco temas y grabamos a toda prisa una maqueta en el ensayo con cuatro temas. En un cuatro pistas analógico que ahora me parece entrañable. Fue tan a última hora que la llevamos en persona tarde, de noche, a la emisora de radio con el jurado ya reunido. A los pocos días nos escuchamos en la radio y no dábamos crédito. Teníamos muchos amigos en bandas con pedigrí y los dejamos atrás, no se clasificaron. Fue una sorpresa tanto para ellos como para nosotras”, recuerda Bubu

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Reconfiguración y consolidación del dúo 

Los inevitables cambios de formación y las dificultades para mantener la estabilidad del grupo provocaron una reconfiguración instrumental. Rosi Vizcaíno pasó de la batería a los teclados y voz principal, mientras que Ángeles López asumió la guitarra y la voz principal también. Finalmente, en 1992, el grupo se consolidó como un dúo estable formado por ambas, acompañadas en distintas etapas por músicos colaboradores como Salvador Ortega (batería), Chema Regades (bajo), Antonio Nache (guitarra) y Enrique Gil (bajo), quienes aportaron nuevas texturas y matices a su sonido. 

Las voces se repartían de manera orgánica: a veces una cantaba el tema completo, otras se dividían las estrofas y estribillos. La que no llevaba la voz principal en una canción realizaba los coros en directo, adaptándose siempre al carácter de cada tema. 

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Concursos, festivales y grabaciones 

Tras varias actuaciones y la grabación de diferentes maquetas, Las Replicantes participaron en diversos concursos y festivales, logrando llegar a los cuartos de final del Concurso Nacional De Maquetas de la revista Rockdelux en 1994, y alcanzando la octava posición en el mítico Concurso Villa De Bilbao en 1995, con una maqueta grabada en los estudios Sonoal de Almería

Según Bubu: “Fuera de Almería, a Las Replicantes nos propusieron participar en un disco que producía un miembro de Lagartija Nick. Firmamos contrato, pero nunca vio la luz”

Durante esta etapa siguieron grabando maquetas y actuando en distintos escenarios, llegando incluso a telonear al grupo Medina Azahara, una experiencia que confirmó su proyección dentro de la escena alternativa. En 1997, fueron seleccionadas para el programa cultural PACA de la Diputación de Almería, lo que les permitió realizar una gira provincial acompañadas por Chema Regades al bajo. 

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Sonido, identidad artística y maquetas 

En directo, Las Replicantes destacaban por su intensidad emocional y una puesta en escena sobria, donde la música y la interpretación prevalecían sobre cualquier artificio visual. Su imagen, alejada de los estereotipos femeninos del rock, proyectaba autenticidad y coherencia con su discurso artístico. No buscaban encajar, sino expresarse desde su propio lenguaje.

Su último concierto tuvo lugar en el verano de 1997, en el Bar Cerro Negro, situado en la pedanía de Las Negras, en Níjar (Almería). Aquella actuación marcó el cierre de una etapa.

Al margen de la maqueta previamente mencionada, creada en Sonoal durante una extensa y exigente sesión junto a Miguel Ángel Caballero, también se realizó otra grabación en colaboración con Zapa. En ambos proyectos, Rosi y Bubu asumieron la responsabilidad completa de interpretar y registrar todos los instrumentos por su cuenta, sin contar con apoyo externo. La única excepción fue la participación de Elisa Jiménez, quien aportó su talento como guitarrista en el tema “Muerte De Lo Eterno A Manos De Un Viento Traidor”, grabado durante la sesión con Zapa.

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La última maqueta y la disolución 

Su última maqueta fue grabada en los estudios La Dama Eléctrica de Sevilla, con Salvador Ortega a la batería, Rosi Vizcaíno en teclados y voz, y Ángeles López al bajo, guitarra eléctrica y voz. Aunque nunca llegaron a publicar un álbum, su propuesta, situada entre la rebeldía y la introspección, convirtió a Las Replicantes en una de las voces más singulares del panorama alternativo almeriense de los años noventa. 

La disolución del grupo llegó en 1998. En palabras de Bubu: “Fue una pena, y nos costó un mundo mantener el proyecto. Tuvimos seguidores, pero había cierta percepción, sobre todo entre los músicos, que nos tildaba de ñoñas. En realidad teníamos temas que tocaban machismo, homofobia, violencia doméstica, pero otros temas más intimistas o ligeros nos pasaron factura”

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Después de Las Replicantes 

Durante el tiempo que estuvieron activas, solo Bubu formó parte de otros grupos. Integró Makia Subversiva por un tiempo y un efímero proyecto llamado Amadís Descansa En Paz. Tras la disolución de Las Replicantes, la mayoría de sus integrantes no volvió a tocar en ningún grupo. Sin embargo, Bubu fundó Sensorama junto con Héctor Fouce y Daniel Varela en Madrid, pocos meses después. 

Por su parte, Rosi Vizcaíno formó parte casi enseguida de Mandala (llamado posteriormente La Factoría Del Cosmos, que incluso llegaron a grabar un disco con el productor José Ignacio Lapido en Motril, Granada), un grupo creado por Enrique Gil, quien había sido el último bajista de Las Replicantes

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Redescubrimiento en la era digital 

En 2025, varias canciones han visto la luz por primera vez en las redes sociales gracias a las plataformas digitales, ofreciendo a los oyentes la oportunidad de redescubrir joyas olvidadas del pasado. Por una parte, aparece “En Los Muelles”, un tema compuesto por Bubu que data de agosto de 1994, marcando el inicio de este renacer musical. Por otra, emergen “Alma De Doble Filo”, “Contente”, “Soy Un Ser De Submundo”, “Muerte De Los Eterno A Manos De Un Viento Traidor”, “Con Las Manos Sucias”, “Sutil Conspiración” y “Solo He Muerto”, todas datadas de mayo de 1996 y compuestas conjuntamente por Bubu y Rosi Vizcaíno. Cada una de estas canciones ofrece hoy una nueva oportunidad para apreciar el legado sonoro del grupo, demostrando la vigencia y la fuerza de su propuesta artística más allá de su tiempo original. 

Casi tres décadas después, Ángeles López y Rosi Vizcaíno vuelven a sonar, reviviendo la esencia de Las Replicantes, un proyecto que desafió los moldes establecidos y dejó una huella indeleble en la historia musical de Almería. La recuperación de estos temas no solo permite reconstruir la trayectoria del grupo, sino también entender el impacto de su obra en la escena local y en la memoria colectiva de quienes los escucharon por primera vez en los años noventa. 

El relanzamiento de estas canciones subraya la importancia de las plataformas digitales como vehículos de preservación y difusión cultural, demostrando que la música puede trascender décadas y conectar con nuevas audiencias sin perder su autenticidad ni su fuerza original. Así, la obra de Bubu y Rosi sigue viva, recordándonos que los ecos de Las Replicantes resuenan hoy con la misma intensidad que cuando fueron concebidos. 

Fuente: Chicas En Banda / Ángeles López “Bubu”